Nutrición y dietética


Cuidado de la alimentación y la nutrición. No es perder peso, es adecuar nuestra actividad, lo que comemos y las horas a las que lo hacemos a nuestra genética y edad, al tiempo que eliminamos químicos de nuestra dieta y generamos hábitos que hagan nuestra vida más saludable.

En la actualidad, está reconocida la importancia de una adecuada nutrición para disfrutar de buena salud y calidad de vida. Muchas de las enfermedades más frecuentes están íntimamente relacionadas con una alimentación incorrecta y con hábitos de vida poco saludables, que constituyen uno de los mayores problemas nutricionales en nuestra sociedad.

El  nutricionista, dietista-nutricionista, nutriólogo o dietista  es un profesional sanitario titulado en el Grado de Nutrición Humana y Dietética y, por tanto, experto en el tratamiento nutricional (dietas especiales) de enfermedades como la diabetes, la obesidad, la insuficiencia renal, la malnutrición, etc.

Así mismo, también se encarga de mantener el sistema inmunitario del paciente y del deportista en particular para evitar infecciones y enfermedades; dar un equilibrio correcto de nutrientes, agua, fibra, vitaminas y minerales para que el metabolismo funcione correctamente; mantener a raya el apetito para evitar comer en exceso o ganar peso; evitar carencias por falta de nutrientes por ser una alimentación deficiente, y sobre todo, que sean comidas fáciles de digerir y caseras. No nos podemos alimentar de batidos y barritas todo el día por muy naturales que sean.

Algunas de las patologías que necesitan una dieta especial que debe ser definida por estos profesionales sanitarios son las siguientes:

  • Diabetes. Es una enfermedad metabólica crónica e irreversible que se caracteriza por el aumento de glucosa en sangre. Puede ser de tipo 1, que necesita tratarse con insulina, o de tipo 2 o diabetes del adulto. En ambos casos se debe lograr controlar los niveles de glucosa en sangre en valores adecuados para evitar complicaciones serias, para lo que es clave seguir un plan de alimentación adecuado
  • Obesidad. El sobrepeso o la obesidad es un importante factor de riesgo cardiovascular, por lo que es esencial perder peso hasta alcanzar el recomendado por los expertos. Los planes de adelgazamiento suponen en este caso un cambio radical de los hábitos de vida
  • Enfermedad Inflamatoria Intestinal
  • Enfermedad celiaca
  • Malnutrición. Se debe a una dieta no equilibrada y con carencias o excesos significativos de diferentes nutrientes. Ambos pueden poner en riesgo la salud e incluso la vida de las personas. Las dietas para recuperar nutrientes, perder peso o aumentar peso forman parte del tratamiento
  • Cáncer. Los pacientes con un cáncer avanzado pueden tener una pérdida de peso importante, sufrir una anemia que impida el tratamiento, o incluso tener dificultades para ingerir alimentos
  • Hipercolesterolemia. Un colesterol elevado (LDL alto y/o HDL bajo) es un factor de riesgo cardiovascular, ya que favorece la aparición de arterioesclerosis y que produzcan accidentes cardiovasculares o cerebrovasculares. Es conveniente seguir una dieta que no contribuya a mantener esos niveles elevados o incluso que los reduzcan
  • Osteoporosis. La osteoporosis supone una pérdida de densidad ósea o desmineralización del hueso como consecuencia de un problema de metabolización del calcio. Hay dietas apropias para la prevención de esta patología que aumenta el riesgo de fracturas

Cada patología tiene sus propias técnicas diagnósticas, pero no son competencia de los nutricionistas o dietistas, que se tienen que ceñir a las especificaciones de la dieta de cada paciente en función de ciertos parámetros que le permitirán definir la dieta más apropiada y realizar el correspondiente seguimiento y evaluación de resultados:

  • Valoración nutricional. Es un estudio que el dietista hace para evaluar las medidas antropométricas del paciente, sus hábitos de vida (ejercicio, alimentación, etc.), la forma de alimentarse (si necesita ayuda o no), si presenta problemas para tragar o masticar, si ha perdido el apetito, etc. Con todos estos datos se realiza una valoración del estado nutricional general del paciente
  • Antropometría. La altura y el peso son importantes para determinar cuál es el peso ideal de una persona. También hay que tener en cuenta la circunferencia del brazo y la pantorrilla
  • IMC. Es el índice de masa corporal, con el que se define el grado de, bajo peso, sobrepeso u obesidad de una persona. Se calcula dividiendo el peso en kilos por el cuadrado de la altura del paciente
  • Analítica de sangre. Hay diferentes analíticas que se pueden hacer para determinar la bioquímica del paciente (diabetes, colesterol elevado, etc.) o conocer el estado relativo a parámetros nutricionales específicos: Iones, vitaminas, ácido fólico, proteínas, etc

En función de la patología o situación clínica que requiere una alimentación especial, así como las características propias de cada paciente (antropometría, valoración nutricional, bioquímica, etc.) se elabora siempre la dieta alimenticia que se debe seguir.

Además, nuestro especialista también se ocupa de la Nutrición Deportiva.

La dieta de cada especialidad deportiva se va especializando para los diferentes deportes y todavía más, se va afinando de forma personal, ya que los gustos, las preferencias y las intolerancias y/o alergias a alimentos van a ser muy importantes a todos los niveles para conseguir una buena alimentación.

Los principales objetivos de la nutrición deportiva son:

  • 1. Proporcionar energía para conseguir la máxima cantidad de glucosa en los músculos para obtener el máximo rendimiento
  • 2. Que este aporte de energía esté en el punto justo, pues si nos excedemos y se origina un sobrepeso el rendimiento disminuirá, y al contrario
  • 3. Conseguir una buena recuperación muscular y articular después del ejercicio

En definitiva, desde nuestro servicio de Nutrición y Dietética, de Policlínicas AC, pretendemos crear una base para desterrar los mitos que a veces rodean a los alimentos. Nuestro especialista se encarga de desarrollar actividades orientadas a la alimentación de la persona, adecuándolas a sus necesidades fisiológicas y/o patológicas.

Tras valorar, de manera personalizada, el estado nutricional de cada paciente y su composición corporal, se dan una serie de recomendaciones nutricionales y de hábitos alimenticios para llegar a las metas que se consideren idóneas para cada caso.